Adiós a la familia Galaxy Note 7, el mayor desastre para Samsung

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Finalmente llegó la noticia que todos esperaban. Samsung abandonó definitivamente la producción del Galaxy Note 7, con lo que finaliza la andadura de un smartphone que ha tenido problemas desde su lanzamiento en agosto, de los que ya habló Hechos de Hoy. 

Varias publicaciones citan un comunicado de la empresa que anuncia el cese definitivo de la producción del Galaxy Note 7, un teléfono que se consideraba de importancia clave para poder competir de cara a las ventas navideñas con el último iPhone 7 de Apple y con el Google Pixel, entre otros dispositivos de lanzamiento reciente.

Según un medio coreano, la compañía tiene como objetivo evitar que accidentes como los del Note 7 vuelvan a ocurrir; por ende, sólo realizarán una serie de celulares por año para dedicarles más tiempo, prevenir inconvenientes y asegurar la calidad de sus productos.
Dicho lo anterior, la decisión de Samsung podría implicar que la línea Galaxy Note desaparezca, debido a que quizá no vuelva a recuperarse o a tener credibilidad en sus consumidores.

Samsung anunció este lunes en su página web que está trabajando de manera coordinada con aerolíneas y aeropuertos internacionales para “organizar puntos de servicio al cliente en las terminales aéreas de más alto tráfico donde los clientes que no están al tanto de las prohibiciones del Galaxy Note 7 puedan obtener un dispositivo alternativo en el aeropuerto”.

El pasado mes de setiembre, Samsung retiró unos 2,5 millones de unidades de Note 7 en todo el mundo después de que explotaran las baterías de varios teléfonos. Hace escasas semanas, empezó a reemplazar los dispositivos que se hallaban en manos de los usuarios.

Aunque la empresa tratara de poner fin a esta historia, al cabo de unas semanas se supo que algunos de los dispositivos que había suministrado para sustituir los anteriores también padecían defectos similares.

El caso más conocido es el de un dispositivo Note 7 que la firma había suministrado como reemplazo y que se incendió en un avión de pasajeros estadounidense.

Las pérdidas provocadas por la retirada original del producto se estimaron en unos 2.000 millones de dólares (unos 1.800 millones de euros), y su abandono final supone la pérdida de unos 17.000 millones de dólares (unos 15.500 millones de euros) en valor de mercado. Por no hablar de las repercusiones que puede tener todo este asunto en el prestigio de Samsung dentro de un mercado tan competitivo como el de la telefonía móvil.