Los agricultores de Oriente Medio en Europa acabaron con el ADN neandertal
Hace aproximadamente 50,000 a 70,000 años, se produjo la principal migración del Homo sapiens fuera de África, conocida como la teoría "Out of Africa".
Al llegar a Europa, los humanos modernos se encontraron con los neandertales, quienes habían estado viviendo en la parte occidental de Eurasia durante cientos de miles de años. Esta interacción llevó a la reproducción cruzada con los grupos cazadores-recolectores humanos, pero finalmente, la especie Homo sapiens prevaleció y los neandertales se extinguieron.
Sin embargo, esta extinción no fue repentina, ya que ambas especies coexistieron durante miles de años, lo que permitió que el ADN neandertal se incorporara al genoma de los humanos modernos.
Hoy en día, aproximadamente el 2 % del ADN de las poblaciones euroasiáticas proviene de los neandertales. Sin embargo, esta proporción varía ligeramente entre regiones, siendo más alta en las poblaciones asiáticas (alrededor del 8 % al 24 %) que en las europeas.
Para comprender mejor esta historia compartida entre ambas especies, un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Ginebra (UNIGE) examinó la distribución de la porción de ADN heredado de los neandertales en los genomas de los humanos modernos durante los últimos 40,000 años.
Para llevar a cabo este estudio, utilizaron una base de datos proporcionada por la Facultad de Medicina de Harvard, que contenía más de 4,000 genomas de individuos que vivieron en Eurasia durante ese período. Estos análisis estadísticos revelaron sutiles variaciones a lo largo del tiempo y en diferentes regiones geográficas.
"Al analizar los genomas antiguos de humanos modernos, observamos que una parte del ADN neandertal aumenta a medida que nos alejamos de la fuente de la expansión 'Out of Africa'.
Sin embargo, esta expansión no explica por qué existe una mayor ascendencia neandertal relativa en el este de Asia en comparación con Europa occidental.
Una segunda expansión, la de los primeros agricultores procedentes del Medio Oriente (Anatolia), que estaban más cerca de la expansión original, tenía relativamente menos ADN neandertal, lo que disminuyó los niveles de esta ascendencia en Europa", explicó Claudio Quilodran, de la UNIGE y coautor del estudio. El trabajo se ha publicado en la revista Science Advances.
El cambio al estilo de vida agrícola, conocido como la transición al Neolítico, que ocurrió hace entre 10,000 y 5,000 años con la llegada de agricultores de Anatolia (península occidental de Turquía) y la región del Egeo, redujo la proporción de ADN de origen neandertal en los genomas de las poblaciones europeas.
Estos primeros agricultores tenían una proporción de ADN neandertal más baja que la de los habitantes de Europa en la misma época. Al mezclarse, los genomas de los agricultores de Anatolia contribuyeron a reducir aún más el ADN neandertal.
Una hipótesis para explicar estas diferencias se basa en la idea de que la selección natural no afectó de la misma manera a los genes neandertales en las poblaciones asiáticas y europeas.
Sin embargo, la UNIGE está trabajando en una hipótesis diferente basada en simulaciones computacionales, que sugiere que estas diferencias podrían deberse a los flujos migratorios. Cuando una población migrante se cruza con una población local en la zona de convivencia, la proporción de ADN de la población local tiende a aumentar a medida que se aleja del punto de partida de la población migrante, que en este caso es África, el lugar de origen del Homo sapiens.
"Lo que hace que nuestro estudio sea interesante es que presentamos esta nueva hipótesis [sobre flujos migratorios] para comprender las pequeñas diferencias que observamos hoy. Esto se debe a que los individuos que viven en el límite de la expansión demográfica son menos numerosos que en el centro de la expansión, lo que aumenta su probabilidad de aumentar la presencia de ADN neandertal, ya sea a través de la reproducción o al azar, dado el tamaño de la población", señaló Quilodran.
Al llegar a Europa, los humanos modernos se encontraron con los neandertales, quienes habían estado viviendo en la parte occidental de Eurasia durante cientos de miles de años. Esta interacción llevó a la reproducción cruzada con los grupos cazadores-recolectores humanos, pero finalmente, la especie Homo sapiens prevaleció y los neandertales se extinguieron.
Sin embargo, esta extinción no fue repentina, ya que ambas especies coexistieron durante miles de años, lo que permitió que el ADN neandertal se incorporara al genoma de los humanos modernos.
Hoy en día, aproximadamente el 2 % del ADN de las poblaciones euroasiáticas proviene de los neandertales. Sin embargo, esta proporción varía ligeramente entre regiones, siendo más alta en las poblaciones asiáticas (alrededor del 8 % al 24 %) que en las europeas.
Para comprender mejor esta historia compartida entre ambas especies, un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Ginebra (UNIGE) examinó la distribución de la porción de ADN heredado de los neandertales en los genomas de los humanos modernos durante los últimos 40,000 años.
Para llevar a cabo este estudio, utilizaron una base de datos proporcionada por la Facultad de Medicina de Harvard, que contenía más de 4,000 genomas de individuos que vivieron en Eurasia durante ese período. Estos análisis estadísticos revelaron sutiles variaciones a lo largo del tiempo y en diferentes regiones geográficas.
"Al analizar los genomas antiguos de humanos modernos, observamos que una parte del ADN neandertal aumenta a medida que nos alejamos de la fuente de la expansión 'Out of Africa'.
Sin embargo, esta expansión no explica por qué existe una mayor ascendencia neandertal relativa en el este de Asia en comparación con Europa occidental.
Una segunda expansión, la de los primeros agricultores procedentes del Medio Oriente (Anatolia), que estaban más cerca de la expansión original, tenía relativamente menos ADN neandertal, lo que disminuyó los niveles de esta ascendencia en Europa", explicó Claudio Quilodran, de la UNIGE y coautor del estudio. El trabajo se ha publicado en la revista Science Advances.
El cambio al estilo de vida agrícola, conocido como la transición al Neolítico, que ocurrió hace entre 10,000 y 5,000 años con la llegada de agricultores de Anatolia (península occidental de Turquía) y la región del Egeo, redujo la proporción de ADN de origen neandertal en los genomas de las poblaciones europeas.
Estos primeros agricultores tenían una proporción de ADN neandertal más baja que la de los habitantes de Europa en la misma época. Al mezclarse, los genomas de los agricultores de Anatolia contribuyeron a reducir aún más el ADN neandertal.
Una hipótesis para explicar estas diferencias se basa en la idea de que la selección natural no afectó de la misma manera a los genes neandertales en las poblaciones asiáticas y europeas.
Sin embargo, la UNIGE está trabajando en una hipótesis diferente basada en simulaciones computacionales, que sugiere que estas diferencias podrían deberse a los flujos migratorios. Cuando una población migrante se cruza con una población local en la zona de convivencia, la proporción de ADN de la población local tiende a aumentar a medida que se aleja del punto de partida de la población migrante, que en este caso es África, el lugar de origen del Homo sapiens.
"Lo que hace que nuestro estudio sea interesante es que presentamos esta nueva hipótesis [sobre flujos migratorios] para comprender las pequeñas diferencias que observamos hoy. Esto se debe a que los individuos que viven en el límite de la expansión demográfica son menos numerosos que en el centro de la expansión, lo que aumenta su probabilidad de aumentar la presencia de ADN neandertal, ya sea a través de la reproducción o al azar, dado el tamaño de la población", señaló Quilodran.
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