Las redes sociales, cuesta abajo y sin frenos por la desconfianza

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El escándalo AnalyticGate, es decir, la filtración de datos de cincuenta millones de usuarios de Facebook a terceros para su uso político, puso en el candelero a la red social que cuenta con más de 2.000 millones de perfiles en todo el mundo. El impacto fue tan grande que en estos 10 días de tormenta, la red de Mark Zuckerberg ha perdido 80.000 millones de euros y no solo eso, sino que muchos usuarios han dejado de usar la app. 

Uno de ellos es quien fuera uno de los principales ejecutivos de la red social, Chamath Palihapitiya, quien en una entrevista concedida a la CNN aseguró: "Claro que me siento culpable. Nadie pensó que podía existir una manipulación tan masiva del sistema", indicó. 

Por su parte, Sean Parker, gurú de Silicon Valley y uno de los primeros inversores en Facebook, afirmaba en declaraciones a la web Axios que "las redes sociales han literalmente cambiado nuestra relación con la sociedad y con nuestras familias en modos que aún no dimensionamos".

Una encuesta realizada por la firma Origin afirma que un tercio de los usuarios estadounidenses de redes sociales, de entre 18 y 24 años, borraron por completo sus cuentas y un 41 por ciento reconoce que pierde mucho tiempo en ellas y que, por consiguiente, se plantean ir dejándolas.

"Se produce demasiada información y la gente empieza a desconectar, lo que va a producir en los próximos años una fatiga de social media", señaló uno de los fundadores de YouTube, Chad Hurley

Facebook, además, tiene otro problema relacionado con su existencia. Se ha ido descubriendo que detrás de sus lemas edulcorados de "acercar a las personas" y "construir comunidad", se encuentra una estrategia implacable diseñada a alimentar el negocio publicitario que "incluso se aprovechaba del racismo y la selectividad social". Así lo señala una investigación de ProPublica al respecto.

Chamath Palihapitiya, exvicepresidente de crecimiento de usuarios en Facebook, aseguró unos meses que sentía "una gran culpa" por su trabajo en la red social. "Creo que hay herramientas que están desgarrando el tejido social de cómo funciona la sociedad y deberíamos tomar un descanso de las redes sociales", indicó. 

"Los ciclos de retroalimentación a corto plazo impulsados por la dopamina que hemos creado, están destruyendo el funcionamiento de la sociedad (...). Sin discurso civil, sin cooperación, tenemos desinformación y falsedad. Y no es un problema estadounidense, este es un problema global", explicó.

El escándalo en el que se vio implicado Facebook no solo salpicó a la rede social, sino que puso en juego la reputación del regulador de Estados Unidos. Facebook se comprometió en 2011 con la Comisión Federal de Comercio a vigilar estrechamente cómo se compartía la información personal que existe en la Red. Facebook se enfrenta a multas de hasta 40.000 dólares por día si se determina que ha violado el acuerdo.







 
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