A diferencia de las ondas electromagnéticas, las ondas gravitacionales pueden detectarse a grandes distancias en el espacio. (Foto: Envato)

El láser más grande del mundo para dar con los extraterrestres

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Nuevos avances. Un grupo de investigadores ha propuesto usar uno de los láseres más grandes del mundo para poder escanear las ondas del espacio-tiempo que serían producidas por grandes y rápidos objetos en el espacio, como naves extraterrestres, según detallan en un estudio publicado recientemente en ArXiv, que aún debe ser revisado por sus pares.

Cuando objetos con gran masa como los planetas, las estrellas de neutrones o los agujeros negros se mueven a través del espacio, estos van propagando grandes cantidades de ondas gravitacionales, las cuales fueron identificadas y descritas por primera vez en 2015.

A diferencia de las ondas electromagnéticas, las ondas gravitacionales pueden detectarse a grandes distancias en el espacio, por lo que si existiera una civilización extraterrestre inteligente con una tecnología tan avanzada que tuviera la capacidad de emitirlas, estas podrían ser identificadas desde la Tierra.

El Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser (LIGO, por sus siglas en inglés), uno de los más grandes del mundo, ha estado trabajando para detectar y clasificar estas ondas gravitacionales que circulan a través del espacio-tiempo.

Ahora, unos científicos aseguran que, en teoría, el láser de LIGO tendría la capacidad de registrar las ondas gravitacionales dejadas por colosales objetos que viajan a altas velocidades, como por ejemplo, naves de origen extraterrestre de aceleración masiva, que ellos han llamado RAMcraft.

Por supuesto, la herramienta LIGO, conformada por dos detectores en forma de L cruzados y con dos brazos de unos 4 kilómetros de largo cada uno, tiene ciertas limitaciones a la hora de detectar ondas gravitacionales.

Por ejemplo, esta podría registrar las ondas de una nave alienígena con un peso aproximadamente similar al de Júpiter, viajar a una décima parte de la velocidad de la luz y estar a menos de 326.000 años-luz de la Tierra.

Debido a que la Vía Láctea tiene un diámetro de hasta unos 260.000 años luz, es posible que una tecnología de detección de este tipo pueda cubrir cómodamente las estrellas de nuestra galaxia, lo que parece no ser suficiente para los especialistas.

Es por ello que los investigadores describen que es necesario trabajar en mejorar aún más la sensibilidad de estos aparatos para detectar las ondas gravitacionales aún a mayor distancia. Para eso, por ejemplo, esperan que la Antena Espacial de Interferómetro Láser 2037 de la Agencia Espacial Europea pueda ser útil.
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