Más de 15.000 expertos alertan del daño irreversible a la Tierra

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Más de 15.000 científicos de 184 países han suscrito un documento titulado Advertencia de la comunidad científica mundial a la humanidad: segundo aviso, que actualiza el firmado en noviembre de 1992, cuando alertaron de que era necesario "un gran cambio" en la forma de cuidar la Tierra si "quería evitarse una enorme miseria humana". 

De este modo señalaron que el ser humano se estaba "aproximando a muchos límites de lo que el planeta" podía tolerar "sin daños serios e irreversibles". Cuando se cumplen los 25 años de la primera advertencia, el documento publicado subraya que "con la excepción" de capa de ozono, que se ha estabilizado, "la humanidad ha fracasado en hacer suficientes progresos para resolver esos retos ambientales previstos, y de manera muy alarmante, en la mayoría de ellos, estamos mucho peor que entonces".

Los firmantes ven "especialmente preocupante" la trayectoria del "catastrófico" cambio climático de origen humano debido a las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la producción agrícola -por la ganadería de rumiantes y el consumo de carne.

El escrito, que aparece en la revista BioScience, subraya también que el hombre ha "desatado un evento de extinción masiva de especies, la sexta en unos 540 millones de años", que supondrá la aniquilación o el riesgo de extinción de muchas de las actuales formas de vida.

El artículo se basa datos respaldados científicamente, advierte del "daño sustancial e irreversible" que está sufriendo el planeta. "Algunos podrían pensar que estamos siendo alarmistas, pero los firmantes de esta segunda advertencia no solo no están lanzando una falsa alarma, sino que están reconociendo que existen señales obvias de que estamos yendo por un camino insostenible". Así lo retrató William Ripple, de la Universidad Estatal de Oregón.

Según informaciones de la Agencia Sinc, el manifiesto recoge algunas de esas señales, entre las que destacan una reducción del 26% en la cantidad de agua dulce disponible por habitante; una reducción en la captura de peces salvajes, a pesar de los esfuerzos; un aumento del 75% en el número de zonas muertas en los océanos; una pérdida de más de 121 millones de hectáreas de bosque; continuos aumentos en las emisiones globales de carbono y en las temperaturas promedio; un aumento del 35% de la población humana; y una reducción del 29% en el número de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces.

Los científicos subrayan en los medios y los ciudadanos "deben insistir en que sus gobiernos pasen a la acción inmediata, como un imperativo moral hacia las actuales y futuras generaciones" y piden también que cada uno reexamine y modifique los comportamientos individuales reduciendo, entre otras medidas, el consumo por habitante de combustibles fósiles, carne y otros recursos.

"Para prevenir pérdidas catastróficas de biodiversidad y un deterioro generalizado de las condiciones de vida humana, la humanidad debe poner en práctica una forma de vida más sostenible ambientalmente que la actual", explicaron.