El telescopio espacial James Webb de la NASA ofrece vistas dramáticamente diferentes de la nebulosa del Anillo del Sur. (Foto: NASA)

El misterio de la nebulosa del Anillo del Sur desvelado por Webb

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2500 de años. Esto es lo que tiene la nebulosa Anillo Sur. Ahora, el telescopio espacial James Webb se ha centrado en él y todo apunta a que ya se sabe como se originó el increíble estallido que dio a luz a esta nebulosa tan bonita.

Se trata de una nebulosa que fue originada por un sol tres veces más grande y pesado que el nuestro con tan solo 500 millones de años. 

Un equipo de casi 70 investigadores dirigidos por Orsola De Marco, de la Universidad Macquarie en Sydney, Australia, analizó 10 exposiciones muy detalladas de la estrella moribunda realizadas con el telescopio Webb para producir estos resultados.

Mientras el mundo giraba sin importarle lo que ocurría en el exterior, una estrella a 2.000 años de luz de distancia explotó soltando todo su gas hacia el exterior. De esta manera surgió la Nebulosa Anillo Sur, cuya estrella no está muerta del todo pero sí que está expirando y este ha sido su increíble canto de cisne, ya que actualmente es una enana blanca. 

Sus cálculos muestran que la estrella central tenía casi tres veces la masa del Sol antes de expulsar sus capas de gas y polvo. Después de esas eyecciones, ahora mide alrededor del 60 por ciento de la masa del Sol. Conocer la masa inicial es una evidencia crucial que ayudó al equipo a reconstruir la escena y proyectar cómo se pudieron haber creado las formas de esta nebulosa.

“Con Webb, es como si nos hubieran dado un microscopio para examinar el universo”, dijo De Marco. “Sus imágenes contienen muchos detalles. Abordamos nuestro análisis para reconstruir la escena de modo muy parecido al de los científicos forenses”.


“Esta estrella es ahora más pequeña y caliente, pero está rodeada de polvo frío”, dijo Joel Kastner, otro miembro del equipo, del Instituto de Tecnología de Rochester en Nueva York. “Creemos que todo ese gas y polvo que vemos arrojados por todas partes deben haber provenido de esa estrella, pero fueron arrojados en direcciones muy específicas por las estrellas compañeras”.

“Esto es mucho más hipotético, pero si dos compañeras hubieran interactuado con la estrella moribunda, habrían lanzado chorros que derribarían esas capas y que podrían explicar estas protuberancias opuestas”, explicó De Marco. El manto de polvo alrededor de la estrella moribunda apunta a estas interacciones.

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