El sueño de Elon Musk con los chips cerebrales en personas
Elon Musk conocía desde hace un año que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) no le permitía usar los chips cerebrales de Neuralink en personas. Pese a ello dijo hace 3 meses que comenzarían las pruebas en humanos en primavera. Le quedan 3 meses, y parece poco probable.
Un informe de Reuters cita a trabajadores y ex-trabajadores de Neuralink, la empresa de Elon Musk que quiere implantar chips neuronales en el cerebro de las personas para realizar tareas con la mente, e incluso recuperar la vista o la posibilidad de andar.
Estos informantes aseguran que a principios de 2022, Neuralink pidió permiso a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), para poder comenzar las pruebas con humanos del chip que se implanta en el cerebro.
Siempre según estas fuentes, la FDA rechazó la petición, enumerando una serie de peligros que había detectado, y que debían solucionarse antes de dar el permiso.
De ser cierto, ni Neuralink ni Elon Musk han informado sobre esta petición de permiso, ni su rechazo.Tampoco tienen obligación de hacerlo, ni siquiera a sus inversores, al ser una empresa privada.
Al parecer, la FDA puso pegas a la batería de litio del chip, que puede causar lesiones mortales si hay una fuga o explota. También indicó el riesgo de que los diminutos cables del implante migren a otras zonas del cerebro.
Los expertos tampoco veían claro que el dispositivo pueda retirarse sin dañar el tejido cerebral, y pidieron a Neuralink que explicase cómo piensa hacerlo.
Son problemas importantes que parecen difíciles de resolver en solo 6 meses, cuando Elon Musk anunció que las pruebas con humanos empezarían en primavera.
Un informe de Reuters cita a trabajadores y ex-trabajadores de Neuralink, la empresa de Elon Musk que quiere implantar chips neuronales en el cerebro de las personas para realizar tareas con la mente, e incluso recuperar la vista o la posibilidad de andar.
Estos informantes aseguran que a principios de 2022, Neuralink pidió permiso a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), para poder comenzar las pruebas con humanos del chip que se implanta en el cerebro.
Siempre según estas fuentes, la FDA rechazó la petición, enumerando una serie de peligros que había detectado, y que debían solucionarse antes de dar el permiso.
De ser cierto, ni Neuralink ni Elon Musk han informado sobre esta petición de permiso, ni su rechazo.Tampoco tienen obligación de hacerlo, ni siquiera a sus inversores, al ser una empresa privada.
Al parecer, la FDA puso pegas a la batería de litio del chip, que puede causar lesiones mortales si hay una fuga o explota. También indicó el riesgo de que los diminutos cables del implante migren a otras zonas del cerebro.
Los expertos tampoco veían claro que el dispositivo pueda retirarse sin dañar el tejido cerebral, y pidieron a Neuralink que explicase cómo piensa hacerlo.
Son problemas importantes que parecen difíciles de resolver en solo 6 meses, cuando Elon Musk anunció que las pruebas con humanos empezarían en primavera.
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