Televisión: se le ha llamado caja tonta, narcótico de mentes, supernani

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El Día Mundial de la Televisión fue acordado por las Naciones Unidas en su Resolución 51/205, proclamada en la Asamblea General en la 88ª Sesión Plenaria el 17 de diciembre de 1996.

Veinte años de la resolución y ciento uno del nacimiento del invento dan para mucho. También para una reflexión acerca de lo que significa la televisión en nuestras vidas, en el vasto panorama de la profesión de comunicador y en el futuro de la sociedad humana, es decir, de la Civilización de las Pantallas.

Presido una Asociación de Usuarios de Medios Audiovisuales – iCmedia Andalucía– y cuando lo comento a algún conocido o sale el asunto en una sobremesa no es raro que se escuche una respuesta del tipo “ah, yo no veo televisión”, “¡bah!, a mi no me importa, eso no va conmigo”.

Y sin embargo la televisión sí va con nosotros aunque digamos otra cosa. Sí nos afecta, sí es algo con significación en nuestras vidas. De hecho es un gran condicionante de ellas. Abramos la mente para darnos cuenta de que, “nuestras vidas” no son sólo el individual existir de cada cual, sino también la suma de la de quienes nos rodean. Incluso, más que la suma, el atravesarse de los relatos personales, de las ideas y de los sentimientos. Nos influye. Y también influimos.

El tiempo medio de exposición a la televisión de los andaluces en 2015 fue de 2 horas 45 minutos. La horquilla va desde los 256 minutos diarios de jubilados y personas que se dedican a las labores del hogar, hasta los que, teniendo estudios superiores y trabajan que pasan 109 minutos diarios ante el televisor. (Barómetro Audiovisual de Andalucía, edición 2015).

En cualquier caso más de hora y media diaria, todos los días dan más de 600 horas al año. Y 600 horas al año de todos los habitantes marcan la vida propia y ajena. Por eso no sólo es buena sino necesaria la “alfabetización visual” de niños, jóvenes y mayores.

Y televisión no es sólo, ya lo sabemos, el mueble de la sala de estar; también y cada vez más la televisión entra en nuestras vidas por el resto de pantallas: ordenadores de mesa, portátiles, tabletas y teléfonos móviles inteligentes. Por las rendijas de nuestro ojos y oídos se cuelan miles de videos (Youtube rompe récords), canciones, noticias que acaban por configurar, sin que nos demos cuenta, la agenda de nuestras conversaciones y de nuestras vidas.

¡Nuestras vidas, sí! Y las leyes; y el idioma; y el “humus” ideológico y, finalmente, los líderes prescriptores de conductas admitidas o expulsadas de la convivencia.

Un día como como éste de la televisión es un día para estar agradecidos al invento. Una manera de agradecerlo, una medida a la altura del alma humana, es aprender a darle su uso, darle su tiempo.

Un tiempo con criterio que es tiempo de calidad en lo que se produce, se transmite, se ve y se interpreta.

Idea origen: Televisión que nos afecta en el Día Mundial  de la Televisión
Música que escucho: You’ve got a Friend Carol King (1971)